Expedición Cordillera Blanca

Luego de una exitosa expedición a Bolivia el invierno pasado, con Sebastian Drago decidimos dirigir nuestros pasos este invierno hacia otro país vecino, con montañas igual o más lindas que las anteriores, pero sin duda más difíciles. El lugar escogido fue la Cordillera Blanca, en el departamento de Ancash, Perú. A esta aventura se nos unió mi amigo Felipe Arteaga, del CAAH.

Llegamos el 14 de Julio a la ciudad de Huaraz, que sería nuestro centro de operaciones por las próximas 3 semanas. En ese tiempo queríamos recorrer la mayor cantidad de valles posibles y intentar encumbrarnos en sus respectivos cerros, o nevados, como ahí les llaman.

Para que se hagan una idea de la geografía del lugar, Huaraz está en el extremo sur del gran valle que se forma entre las cordilleras Blanca (oriente) y Negra (occidente). Este valle se llama “Callejón del Huaylas” y desde Huaraz hasta su fin, muchos kilómetros más al norte, nacen muchos sub-valles que se internan por la Cordillera Blanca.

Huaraz es una ciudad bien bulliciosa y pintoresca que producto del turismo y la minería se ha desarrollado notablemente y hoy día cuenta con todas las comodidades posibles. Además está enclavada en un lugar privilegiado entre montañas de más de 6000mts y la mezcla de turistas y gente local, en su gran mayoría indígena, la hace más interesante todavía.

 

Valle del Ishinca

Nuestro primer destino fue el valle del Ishinca. Este valle nos serviría para aclimatar, para calentar motores y para conocernos como cordada.

Primero hicimos el cerro Ishinca, de 5500mts. Este  resulto ser muy bonito y cumplió perfecto nuestros propósitos de aclimatación. Además pudimos practicar la marcha en glaciar, sorteo de grietas y alguno que otro paso de escalada.

Debo admitir que producto de ciertos comentarios  de otro integrante del club, a quien no nombrare, habíamos mirado a huevo al cerro y esto nos pasó la cuenta.

Comentarios del tipo:” Relajado… si ese cerro es un paseo” o “Si no es pa’ tanto, yo lo subi con zapatillas de trekking” jajaja bueno, todos conocemos ese tipo de dardos que generalmente provienen de un grupo que hiso cumbre en cierto cerro, con dudosa facilidad, y que se disparan con doble sentido: Por un lado te intentan de motivar pero por otro también te hacen pensar “Chuta, si a ellos les salió tan fácil a mí tampoco me puede costar tanto, o si?”.

El día siguiente del Ishinca lo tomamos de descanso en el CB y ahí nos encontramos con la Mari Tapia y Ivan Leiva, con quienes decidimos intentar el cerro Tocllaraju (6032mts) al día siguiente.

El primer día se camina del CB al campo alto, que está a los pies del glaciar y que tiene una muy linda vista del Callejón del Huaylas y de la Cordillera Negra. Al día siguiente partimos caminando los 5 tipo 3:00am  en una noche muy helada y que auguraba mal tiempo. Primero se recorre una larga explanada del glaciar hasta que este toma pendiente y se comienzan a sortear puentes de nieve y grietas impresionantes. Luego se accede al hombro del cerro, por el que se sube derecho en dirección a la cumbre hasta que se llega a una gran rimaya que se debe saltar. Hasta aquí llegaron nuestros pasos ya que nuestros malos presagios se habían cumplido y el tiempo nos obligó a bajar. Quedaron pendientes solo los últimos 100mts para la cumbre. Aunque eran los con mayor pendiente.

 

Valle Laguna Parón

Después de esto nos despedimos de nuestros amigos y partimos los 3 directo al Valle de la Laguna Parón. La panoramica aquí es impresionante. En el centro está la laguna de deshielo glaciar color turquesa, la cual está rodeada por impresionantes cerros por donde se le mire: Huandoy norte, Chacraraju, Piramide del Garsilaso, Artesonraju, Caraz y la Esfinge.

 

Nuestro objetivo acá era el Artesonraju (6000mts). El auto nos dejó en el extremo oeste de la laguna, la cual se debe bordear hasta su otro extremo y una vez superada se  toma el valle del Arteson propiamente tal. El segundo día se suele caminar hasta el campamento morrena pero nosotros nos tentamos y preferimos seguir hasta el campo alto, que está en pleno glaciar a los pies de la pared de 1000mts del Arteson. Graso error. Llegamos al campamento tarde, armamos campamento tarde, comimos tarde, hicimos todo tarde = nos acostamos tarde. Esto no hubiera sido problema si la jornada de cumbre hubiera sido más corta o si hubiéramos llevado las cuerdas de 60mts que correspondía y no unas de 50, o si hubiéramos sido una cordada más rápida. Al final como necesitábamos descansar partimos más tarde de lo recomendado y nos pilló la tarde a escasos 100mts de la cumbre. Al igual que en el Toclla estos metros iban a ser los más lentos ya que eran de mayor dificultad y como los rapeles eran para cuerdas de 60 y no de 50 decidimos devolvernos para alcanzar a bajar de la pared todavía con luz.

De todas formas los 3 disfrutamos mucho de la escalada, la cual no es difícil pero si muy cansadora, sobre todo para las pantorrillas ya que se sube todo el día por una pendiente promedio de 50°. Nosotros progresamos siempre en simultáneo y no tuvimos ningún problema.

Por otro lado este cerro nos sirvió mucho para aprender, conocernos y sacar buenas enseñanzas para los cerros que vendrían. Como ya mencione, tanto en el Toclla como en el Arteson quedamos a escasos metros de la cumbre, pero la historia hubiera sido otra si hubiéramos partido más temprano en ambas oportunidades. Y no se trata solo de partir temprano el día de cumbre sino que lo más importante es llegar temprano al campo alto para alcanzar a hacer las cosas con tiempo y dormir lo necesario.

Aunque esto suene muy obvio, nosotros no nos dimos cuenta de ello hasta luego de haber cometido 2 veces el mismo error. Con estos pensamientos nos volvimos a Huaraz luego de haber estado como 15 días en la montaña comiendo tallarines y mirando las mismas caras. Necesitábamos un descanso.

Pizzas, dormir, comer, echar la talla, cerveza, computador, turistear, parque de diversiones Huarasino y ferias. Así resumo los 4 días que pasamos en Huaraz descansando.

Acá de nuevo nos juntamos con nuestros ami

gos la Mari e Iván y decidimos intentar el Huascarán, que con sus 2 cumbres es el cerro más alto del Perú. Una mole que se come todo un valle y que se ve amenazante desde todos los rincones del Callejón.

 

Huascarán

Aquí nos introdujimos en la modalidad económica de la Mari e Iván y cambiamos las agencias turísticas y sus cómodos taxis por los mucho más entretenidos y peligrosos “convis”, suerte de liebres locales que corren a toda velocidad y por poca plata por la ruta principal del Callejón. Muy recomendados.

Ya en Musho contratamos las mulas correspondientes y caminamos desde el pueblo hasta el CB. Cabe mencionar que siempre estas aproximaciones a 4000mts eran entre unos bosques increíbles. Nada que ver con nuestros queridos acarreos que comienzan a eso de los 2500mts.

Aquí hicimos un vivac y al día siguiente partimos temprano al campo 1. Habíamos decidido asegurar nuestra posibilidad de cumbre y no cometer los mismos errores que antes por lo que la tónica fue partir caminando siempre muy temprano para acostarnos temprano también.

Este trayecto parte con una zona muy entretenida de slabbs de granito que se deben ir superando, a veces con pasos de escalada de no más de III°. Pasada esta parte se llega al refugio y aquí me quiero detener un poco; El refugio, del más puro estilo Alpino, al igual que uno del valle del Ishinca y otros más, es de una comunidad Saleciana local ultra motivada. Estos son construidos y atendidos por voluntarios y las ganancias van para la construcción de Iglesias y otros fines sociales.

Luego del refugio se vuelve a entrar a un laberinto de rocas lisas hasta que se choca con el imponente glaciar. De aquí es como 1 hora más hasta el campo 1.

El 3 día se debe partir muy temprano para sortear una zona de Seracs y grietas llamada “La Garganta”. Esta es la parte más comprometida del cerro ya que suelen haber desprendimientos. Partimos caminando a las 4am solo los 3 ya que la Mari no se sentía bien y Iván se quedó acompañándola.

Pasadas unas 5 horas entre medio de estos gigantes de hielo que nos miraban feo alcanzamos el collado que se forma entre ambas cumbres y donde se instala el campamento 2, a 6000mts.

En el trayecto nos encontramos con un par de grupos guiados los que nos advirtieron de una gigante e infranqueable grieta en el Huascarán sur, que es la cumbre más alta de las 2 con 6760mts, por lo que tuvimos que cambiar de planes y decidimos ir por la cumbre norte (6650mts). Hasta el campo 2 la ruta es la misma por lo que no tuvimos problemas. Lo único que nos complicaba era que no conocíamos la ruta y no estaba muy marcada, ya que todo el mundo va por la sur, además no habían más cordadas que fueran a intentar cumbre el mismo día que nosotros. Eso al final igual fue choro y desafiante ya que nos hiso alejarnos de tanto sendero y turistas que sobran en la Cordillera  Blanca y nos tuvimos que mover por nuestra cuenta.

Nos acostamos como a las 3pm y el despertador sonó a las 23:30hrs (nunca antes había hecho eso jaja).

El día cumbrero fue muy bonito y emocionante. Solo hubo una parte un poco más técnica y el resto fue una larga caminata para terminar llegando a la cumbre con el amanecer, agotados, muertos de frío pero muy felices. Solo alcanzo para un fuerte abrazo, sacar fotos para ver abajo como era la vista y para abajo ya que de verdad nos congelábamos. Ese mismo día llegamos hasta el refugio y al día siguiente nos fuimos a Huaraz.

Esto fue el 30 de Julio y lo más lógico era dar por terminada la expedición ya que el pasaje a Lima era el 1 de Agosto en la noche, pero la ambición por una revancha épica y el deseo de aventura fueron más fuerte y con Felipe decidimos intentar una vez más el Tocllaraju.

 

Tocllaraju 2.0

Así, el 31 de Julio a las 3pm partimos en convi desde Huaraz para partir caminando a las 5 pm desde Pashpa.

Llevamos solo 2 estacas, las 2 cuerdas, abrigo justo, Piolets, crampones, unas barras de cereal y muchos frugeles (a esas alturas ya éramos adictos). Lo mínimo para ir volando.

Caminamos casi sin parar hasta que a las 6am del 1 de Agosto llegamos a la misma rimaya donde habíamos quedado la última vez, a escasos metros de la cumbre. En aquella oportunidad cruzarla era algo arriesgado pero se podía hacer sin problemas pero en cambio ahora, tras 20 días de sol, cruzarla era un suicidio. Tenía 2 metros de ancho por donde se le mirara y una diferencia de altura importante entre ambos extremos.

Para empeorar las cosas el tiempo cambio radicalmente y al rato estábamos tapados en una nube con fuerte viento. Buscamos otras posibilidades para seguir avanzando y esperamos para ver si venía alguno de los grupos guiados que habíamos dejado atrás pero no pasó nada, los grupos se habían vuelto y el cerro nos decía otra vez que no. Llegamos a las 6pm de vuelta a Huaraz.

 

Y aquí se acaba esta expedición que nos enseñó mucho y donde lo pasamos muy bien, ojala vengan muchas más.

Aprovecho de agradecer al CAU por el equipo prestado y por acercarnos a las montañas.

León Délano

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