Son of the Piches
¿No les ha pasado que hay cerros que se suponen fáciles, pero que por algún motivo no pueden subirlos? ¿Y que aunque lo intenten varias veces, la nieve, el viento, el arrugue o lo que sea los dejan mirando la cumbre desde lejos? Bueno, me pasó antes con el Retumbadero y me pasa ahora con el Piches, en el cordón de Yerba Loca, que a varios nos tiene de hijos. La última intención (pues no dio ni para intento) ocurrió el 9 de julio, con Mari Tapia, Ulli Sadner (DAV), Felipe Araya, David Valdés, Gabriel Muñoz, Álvaro Vivanco (DAV) y Eduardo Atalah. Salimos al Piches, pero el viento nos tiró sobre el Manchón y acurrucados detrás de una roca, nos tuvimos que contentar con mirar el largo filo que nos separaba de nuestra verdadera cumbre.
David parchándose los talones con el Cortadera (3324m) como telón de fondo.
Acá vamos subiendo hacia el este por las laderas del Manchón, mientras atrás se distingue la sierra de San Francisco.
Seguimos subiendo con el Canoitas a la espalda.
Desde el Campamento a 3300m y todavía sin viento, se divisaba parte del filo que hay que recorrer para llegar al Piches.
Luego del atardecer sobre el Cortadera …
… comenzó a aparecer la maldad.
El domingo el avance fue muy lento con ráfagas que hacían perder el equilibrio.
Luego de un conclave sobre el filo, decidimos que no llegaríamos al Piches y para no irnos con las manos vacías cambiamos rumbo al sur hasta la cumbre del manchón. Justo a la derecha de David y por delante de La Paloma, se divisa el Piches. Lo bueno es que volvimos a Stgo para la hora de almuerzo.
Eduardo Atalah, Julio 2011
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