El weekend del 7 y 8 de agosto recién pasado, me incorporé a una “Salida Oficial” del Club Alemán Andino (DAV), liderada por Eduardo Quezada, que tenía como objetivo el denominado cerro Alto Hotel; cumbre que sigue hacia el Norte, en menor altitud eso sí, al Cortadera (3.333 m).

Un grupo de 11 emprendimos rumbo a la cima del Cortadera a las 9:30 hrs. del sábado; unos se abrieron en progresión hacia el Canoitas para evitar la nieve, mientras que otros (“2” de nosotros para ser exactos, ja!), tomamos la ruta más directa y típica, pero cargada, en su tramo inicial, de 1 m. de tierna nieve polvo.

Por la Ruta “Normal” (Foto: Jorge Harlowe)

Tras 5 horas,  alcanzábamos la cima del cerro, en torno a la cual levantamos campamento. El cielo se cerró y a eso de las 18:00 hrs. comenzó a nevar. El invierno se dejó sentir con el rugir de una noche ventosa y fría, mientras los invasores nos entregamos a los brazos de Morfeo que, en todo caso, para algunos fue muy esquivo.

El Rugir del Invierno (Foto: Ricardo González)

A las 6:30 hrs. del domingo sonó el nunca bien ponderado despertador y con -9º dentro de la Ferrino 4 Estaciones (“gentileza DAV”), junto a mi cordada, Jorge Hess y Álvaro Vivanco, comenzamos los quehaceres matinales previos a la jornada “de cumbre”. A las 8:00 hrs. 7 emprendimos marcha hacia el objetivo, bajo un cielo despejado y ya sin viento, que desplegó ante nuestra vista una espectacular e imponente imagen de La Paloma y todas aquellas imperecederas puntas colindantes que obnubilan la retina.

El Altar Imponente (Foto: Eduardo Quezada)

Iniciando la segunda jornada (Foto: Eduardo Quezada)

Una hora y media nos tomó llegar hasta el Alto Hotel, donde hicimos cumbre 6 del grupo, lo que nos incentivó, a 5 de nosotros, a continuar hacia el norte por el bello y blanco filo. Nuestras botas comenzaron a seguir una sublime senda que se adivinaba bajo la nieve, en la ladera occidental del filo. No fuimos los únicos. La misma idea tuvo un puma, cuyas huellas frescas precedieron nuestros pasos por un buen tramo…uuuuh (mejor dicho, miaaauuu).

Cumbre del Alto Hotel (Foto: Jorge Harlowe)

“Enfilando” hacia la tercera cumbre (Foto: Jorge Harlowe)

Superando algunas zonas de terreno delicado (esa desagradable combinación de acarreo congelado, cubierto de una delgada capa de nieve polvo, en una pendiente de unos 40°), y varios “subires” y “bajares”, arribamos a una “cumbrecilla” coquetona, tristemente coronada por una torre de alta tensión en construcción (obra de alguna minera de la zona). Algo así como el… «Alto de la Antena” ja!

Cumbre en el “Alto de la Antena”: Jorge Harlowe, Ricardo González, “Zaragoza”, Beatriz Delgado, Ignacio Bravo, “El Puma”, y Álvaro Vivanco (Foto: J. Harlowe)

¡¡CAU Presente!! (Foto: Jorge Harlowe)

A las 10:30 hrs. y tras unos 4 kms. recorridos desde la cumbre del Cortaderas, la prudencia nos sugirió poner fin a aquélla “enfilada excursión” y emprender el retorno a las carpas. Otras cumbres quedaron, entonces, esperando por visitas posteriores.

A las 14:00 hrs. ya habíamos desarmado campamento y dos horas después llegamos a los autos (en la entrada a la Mina Los Bronces), con la actitud típica de estas situaciones: cansados, pero contentos. Un pinchazo de regreso a Santiago, ingeniosamente solucionado a la vera del camino, y la “buena talla” al son de cerveza y empanada en “El Trole”, para poner fin a esta invernal y curiosa salida montañera.

El Retorno (Foto: Jorge Harlowe)

Por Beatriz Delgado Fonfach

Fotos:  Jorge Harlowe, Eduardo Quezada y Ricardo González